Existe una gran diferencia entre los enfoques conductistas y constructivistas. En el primer enfoque (el conductista) el estudiante es un ente pasivo que recibe información y al que se le trata de modificar la conducta mediante una repetición de aprendizaje o la imitación.
Mientras que, las teorías constructivistas el estudiante asume un rol más activo y el maestro funge como un simple facilitador de la información que el estudiante utiliza para construir su aprendizaje.
En perspectiva, lo antedicho se puede ver reflejado en nuestras experiencias como educadoras, las mismas nos han demostrado que: el aprendizaje no se puede traspasar, ni vaciarse en un ser como si este fuera un zafacón. Solo se puede rescatar si tenemos un conocimiento previo o conceptos en los que se puedan anclar nuevos conceptos mucho más complejos.
Asimismo, para lograr un aprendizaje efectivo el estudiantado debe estar receptivo para aceptar el mismo, lo cual no siempre se puede logar pero es deber del maestro motivar y estimular a sus estudiantes para que estos estén deseosos de logar aprendizaje significativo.
Es por tal razón que al momento de impartir cursos siempre hemos utilizado el enfoque constructivista, principalmente el Aprendizaje Significativo. Por ejemplo:
Para dar una clase de Acentuación, primero se explora si pueden distinguir los sonidos y distinguir el ritmo de las palabras con un ejerció de medición de sonido con un Decibelio, para que los estudiantes puedan visualizar el sonido. Luego, se van introduciendo las reglas de Acentuación. Ya que, no sirve de nada saberse las reglas si el estudiante no puede distinguir donde está el sonido más alto o Sílaba Tónica. Por lo que, se parte de un concepto simple ritmo y sonido; a otro más complejo que son las reglas de acentuación.
Asimismo, en otras materias es muy efectivo que el educador parta de experiencias personales para dar significancia del material. Debido a esto para logar que los estudiantes dominen la redacción en inglés se les pide que escriban semanalmente un texto que sea de su interés particular como: deportes, música, cine, artes, etc. De este modo los estudiantes están motivados para trabajar, ya que no se sienten obligados a escribir sobre algo que realmente no les interesa.
Preparado por: Migdalia Díaz y Mariely García
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